
Dado que en el mecanismo de toda explotación siempre aparece como fin la obtención de unos productos capaces de ser adquiridos por los consumidores en función de la demanda, resulta invariable la ecuación que sintetiza la producción, y que es:
P=G±B
donde:
P= Producción
G= Gastos (directos e indirectos)
B= Beneficios (positivos o negativos)