El cultivo de la patata


La patata pertenece al género Solanum, dentro de este género encontramos dos especies cultivables: Solanum andigenum y Solanum tuberosum, ambas originarias de las altas planicies de los Andes. La primera es de ciclo corto y la segunda de ciclo largo..

El producto útil de la patata es el tubérculo, que es el que sirve para la multiplicación. Si cogemos un tubérculo y lo plantamos en el suelo aparecen uno o varios tallos si las condiciones son favorables; también aparece un sistema radicular (raíces) muy cerca del tubérculo.


Del mismo tallo aparecen unos tallos subterráneos que se llaman "estolones", que crecen horizontalmente y al final de ellos unos abultamientos que constituyen los elementos de reserva y son los antedichos tubérculos.

También podemos encontrar los tubérculos muy apiñados en el pie de la planta, éstos son los preferidos en el cultivo dada la facilidad de recolección.

Las características de la carne del tubérculo son muy importantes; son muy raras las patatas de carne roja; lo más corriente son las de color blanco-amarillento. En la carne debemos distinguir su textura, algunas al cocerlas se deshacen con facilidad y otras no. Existen también tipos de patata de carne granulada que, en general, son las de tipo forrajero.

La brotación puede hacerse de formas muy diferentes. Lo primero que se necesita es una temperatura de unos 16-17º C. Después se precisa luz, si no hay luz, crecen unos brotes largos, finos, débiles, sin color, con pocas raíces y que no tienen ninguna aplicacion agrícola.

El sembrar las patatas sin brotar es cosa que se viene haciendo corrientemente, también pueden plantarse patatas "marras", es decir, patatas que no dan brotes, pero lo ideal es plantar patatas con brotes.

Lo normal es sembrar un trozo de patata con varios brotes, por lo que se obtiene una mata compuesta por varios tallos. En el tallo podemos observar que existen un mayor o menor número de ellos. También observamos que existen muchas variedades que lo tienen coloreado, ya sea violeta o parduzco. Muchas veces estas tonalidades son generales, es decir, que abarcan toda la extensión, pero otras veces sólo abarcan zonas limitadas, pudiéndose observar en la base.

En los tallos debemos distinguir un órgano importante, que son las "aletas", unas prolongaciones algo membranosas que se presentan en sentido longitudinal al tallo; la parte exterior de éstas puede ser rugosa o lisa, siendo esto característio de la variedad.

Las flores de la patata son pentámeras y gamopétalas, presentándose en inflorecencias en forma de cimas en el extremo superior de los tallos, aunque también pueden aparecer en las axilas de las hojas. Para el cultivador, que no presente flores es imprescindible, ya que interesa el tubérculo principalmente.

Cuando la flor está en capullo, para abrirse hay variedades que lo hacen muy rápidamente, pero otras lo hacen lentísimamente, incluso precisan ochenta días. La fecundación es alógama.

El fruto de la patata es una baya parecida a un pequeño tomate, de color verde hasta en la madurez, que presenta en el interior las semillas.

Los tubérculos se forman a partir de los cuarenta días, aunque lo normal está entre los cincuenta-sesenta días después de la plantación.

La productividad es un factor variable, que depende de la variedad, es decir, puede existir una variedad con éxito bueno durante varios años y de golpe bajar considerablemente.